miércoles, 29 de mayo de 2013

Jerónimo Arroyo, vigilante de la O.R.A.

Jerónimo Arroyo, 2013 Abbé Nozal
Jerónimo Arroyo, arquitecto eterno gracias al bronce de Luis Alonso, ha aprovechado un descuido del paisanaje para pasar al lado oscuro de la Fuerza y ejercer de vigilante de la O.R.A. por un ratito, lo cual es en su caso, condenado a la fría quietud del metal, un lujo.
Y, favorecido por la suerte del principiante, ha tenido la oportunidad de sancionar a un vehículo y así resarcirse del tiempo que llevaba sin decir ni mu. Consciente de que enseguida tendrá que regresar a su ocupación rajoyana -no hacer nada, permanecer quieto-, se ha permitido un alarde y le ha clavao al Ayuntamiento -propietario del camión infractor- una multa de un millón de euros por aparcar en zona prohibida. La receta, en bronce. Y el ejemplo también, pues hoy día los arquitectos aspiran a rentabilizar sus años de estudio obteniendo al menos una plaza como vigilante de la O.R.A. 

lunes, 27 de mayo de 2013

Callejón prohibido, boca de lobo

Callejón prohibido, 2013 Abbé Nozal
Aunque parezca increíble la señal de prohibido el paso alude al tránsito por ese callejón estrecho en que culmina la calle Once Paradas. Por ese callejón, que deviene siniestro según la hora del día, numerosos ciudadanos palentinos cruzan hacia Puentecillas, o viceversa. Todas las ciudades tienen una o varias bocas de lobo. Esta es una de las que dispone Palencia.
Propongo que el Ayuntamiento instale un semáforo, sin retirar la señal, naturalmente. Y a ser posible que tienda algunos otros cables enmarañando algo más las fachadas. De ese modo completaríamos el salto en el tiempo. ¡Cuánta belleza plástica!

viernes, 24 de mayo de 2013

Vestíbulo para la peli "El BCE, Rosalina y un pato azul profundo"

Vestíbulo, 2013 Abbé Nozal
Buscando localizaciones para el rodaje de "El BCE, Rosalina y un pato azul profundo", estuve en este espectacular vestíbulo de una empresa palentina radicada en el polígono industrial. 

viernes, 17 de mayo de 2013

Celebrad conmigo el aniversario del blog


aniversario del blog, 2013 Abbé Nozal

Me planteé el blog “Cada día una foto de Palencia” cuando asumí la pulsión que me lleva a escudriñar los rincones urbanos de la ciudad donde vivo para retener su luz. Pero lo tomé como un reto personal, como un ejercicio de disciplina que sujetara mi tendencia a la dispersión; quise también sentirme libre de elegir encuadre, motivo, tratamiento, formato; y libre de condicionamientos exteriores, críticas o elogios que tantas veces alientan la vanidad y le dejan a uno el ego como el de un sandios (por eso eliminé en el blog la posibilidad de comentarios de terceros, perdonadme). Y desde que empecé hasta ahora ya se ha cumplido un año (mis años empiezan y terminan siempre en el mes de mayo, a espaldas del calendario gregoriano). ¡Un año! 

Un año sin faltar a la cita ni un sólo día. Con mayor o menor acierto, con mejor o peor calidad, con una sola foto o con dos, casi siempre con la cámara del móvil y los retoques adecuados… Total, casi 400 fotos que, en cierta manera, definen muy bien el color de los pájaros que tengo en la cabeza. Casi todas las fotos en formato de 1080 x 1920 pixels, pero todas a libre disposición de quien quiere verlas y bajárselas.

Hoy descorcharé una botella de buen vino de la Ribera del Duero y brindaré virtualmente con vosotros por la pequeña ciudad donde vivo y de la cual me siento extrañamente forastero.

martes, 14 de mayo de 2013

Centro cívico-cultural "Digodiego de Polanco"

centro cívico-cultural, 2013 Abbé Nozal

El alcalde y la cárcel. Lo que nos quiere.

Fueron los vecinos los primeros en sugerir un uso cultural para el edificio de la Antigua Prisión Provincial de Palencia, después Peridis redactó un primer proyecto con ese fin, luego el Ministerio de Fomento y el Ayuntamiento contrataron a los arquitectos Ángel Sevillano, José Mª Tabuyo y Eduardo Delgado Orusc, y encargaron la ejecución de la obra a la empresa COPISA CONSTRUCTORA PRIENAICA S.A. por la cantidad de 9.675.038 euros.
Terminada la rehabilitación, se cerró el edificio y los palentinos vimos llover durante meses y meses. Y ahora, de pronto, de lo dicho nada: el edificio albergará no sé qué cosas de la Policía.
Meses y meses dando largas, alimentando la suspicacia implícita al paso del tiempo, pero también haciendo germinar el desinterés, pretendiendo el olvido. 
Meses y meses en los que, preguntado por las razones de mantener cerrado dicho inmueble, el alcalde Polanco tiraba de excusas, aunque sin conseguir hilvanarlas en una coherente oración gramatical compuesta de sujeto verbo y predicado. Este alcalde Polanco sin duda ha de estar dotado para recónditas grandezas, de las que él sabrá en su fuero interno, pero desde luego no para la oratoria, disciplina en la que sólo ha logrado concluir una frase gracias al micro: ¡yo hago lo que quiero!
Esa frase, que en boca de un mandatario compendia toda dictadura, la escuchamos cuando el alcalde Polanco amenazaba con destinar al golf privado una zona pública de jardines y ocio, y la hemos visto brillar ahora al hilo de esta polémica sobre el futuro uso de la antigua cárcel. Esa frase, por fin, ha hecho explícito el significado, viniendo a decirnos que el alcalde Polanco se pasa por el forro la opinión y el deseo de los ciudadanos; que se la suda cuanto estuviera pactado anteriormente; que le trae al fresco el uso para el cual fue proyectada, aprobada, asignada, construida, pagada y recibida la rehabilitación de la cárcel.
Creo que debemos un agradecimiento al micrófono abierto de la Ser, que nos permitió escuchar esa frase redonda del alcalde Polanco. Los palentinos, desde aquel mítico día, nos sentimos aliviados de la presión que suponía no entender nada de lo que decía este alto munícipe cada vez que le ponían delante un micro. ¡Qué sufrimiento! ¿Imagináis que hubiera tenido que buscar sustantivos y verbos y adverbios y juntarlo todo para explicarnos que se la suda, que le trae al fresco, que se lo pasa por el forro? ¡No lo hubiera soportado ni Fernandito Elibrero, máxima institución cultural de la ciudad!
En fin, gracias al micro, ya no hace falta que el alcalde Polanco se explique, basta con que haga señas. Ahora ya le entendemos. Ahora ya sabemos lo que nos quiere decir. Lo que nos quiere.